Estamos sin duda ante uno de los restaurantes mas innovadores de la ciudad, no me refiero a sus platos de fusion y alta cocina, sino a su formato de creperia unica en la ciudad.
Enclavado en el centro de la ciudad (calle esgueva, cerca de la Iglesia de la antigua), encontramos este acojedor restaurante, que nos invita a deleitarnos con los platos mas exclusivos!!
Nada mas entrar podemos adivinar lo que sera la visita, dos salones en dos plantas diferentes, con amplias cristaleras y una decoracion moderna y colorista, cuidada en detalle, si bien el espacio esta bien aprovechado, juntando en exceso en ocasiones algunas mesas por lo que la intimidad queda un poco en segundo plano.
El ambiente es efervescente, aglomerandose gente en su estrechita entrada, y aguardando su turno (generalmente los fines de semana suele haber 2 turnos, uno mas o menos a las 9.30 y otro a las 11 de la noche.
La amabilidad y simpatia es una seña de identidad de la casa, con la cual nos sentiremos realmente comodos y disfrutaremos de una agradable velada escojamos la opcion gastronomica que escojamos.
En cuanto a la carta, podemos adivinar un amplio numero de platos, entrantes (en su mayoria ensaladas , desde aqui os recomiendo la Thai, con naranja, anacardos, y una salsa dulce de mostaza que sera ideal como entrante, o los famosos tomates del chef, una opcion muy destacada, cabe destacar que los ingredientes de las ensaladas estan finamente picados, lo cual dependiendo del gusto puede agradar o molestar.
Los crepes, sin duda su especialidad son muy diversos y la opcion es muy amplia, pasando desde el mexicano a carbonara, o con setas etc etc, es de tamaño medio y es una opcion acertada para no fallar nunca.
podemos encontrar tambien carnes elaboradas con alguna salsa, otra opcionm recomendable si no te gustan muchos los crepes.
los postres son la culminacion perfecta para una velada en este restaurante, siendo caul sea la opcion elegida, es un acierto total, desde crepes dulces a tartas o helados, o un batido de piña colada, yo desde aqui recomiendo la tarta Mont Blanc, llena de chocolate, para choco adictos y para los que no lo somos, quedamos fascinados, es una tarta de tres chocolates, con una salsa de chocolate blanco y un helado de vainilla, que sin duda agradara a cualquiera que la pruebe, magnifico.
la carta de vino se limita esencialmente a los mas conocidos, teniendo dos o tres referencias de cada uno ademas del popular lambrusco.
El precio es moderado acordado a las peticiones que se hacen no haciendo la velada excasivamente cara, pongamos que por persona unos 16-22 euros dependiendo lo que escojas.
Otra mencion especial es la de la opcion para celíacos, muy inteligente en los tiempos que corremos y que sin duda es muy de agradecer. Bravo ya que en Valladolid no se da mucho.
Cocina.....7/10
Ambiente....8/10
Servicio......9/10
Bodega......5/10
Producto...7/10
domingo, 9 de noviembre de 2008
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