El Restaurante que regenta Jesus Sanabria (al que tengo el placer de conocer) se ubica en plena zona bulliciosa de la ciudad de valladolid, cerca del paseo zorrilla, concretamente en Gregorio Fernandez.
Es un restaurante de ambiente familiar, de aspecto exterior de taberna, de meson, de toda la vida.
Nada más entrar descubres el ambiente que se respira, hay vida entre sus paredes, con una barra a izquierdas, en las que la gente de buen comer, y beber calman sus paladares con los manjares de su barra, multitud de propuestas asolan sus vitrinas, desde los clasicos boletus, pasando por la morcilla o los platos mas contundentes.
Pasando hacia el fondo descubrimos 3 areas, la parte superior (generalemtne de reserva), en la que la decoracion es más moderna, con cuadros y motivos florales, expuestos, realizados por artistas locales, los cuales estan a la venta (consultarpvp en la carta), con unas mesas en tono acojedor y resguardado, mientras tanto su parte inferior, representa perfectamente lo que es un meson de los de siempre, con empaque, saber hacer pero mejor estar.
La tercera zona se situa tras unos biombos frente a la barra, parece mas improvisada, digamoslo asi... mas informal, mas de repente, pero igual de acojedora.
Solo sentarnos en la mesa, ya supone una agradable visita, amablemente el propio Jesus (generalmente), saluda a sus comensales, algo muy de agradecer, atencion personalizada, amabilidad y dedicacion, esto denota que al propio jefe, le encanta su trabajo y vive enamorado de el, y que mejor sensacion de seguridad y confianza que esa?, asi que nos ponemos enteramente a su disposicion pensando: "Amigo puedes elegir tú por mi, que se que voy a salir encantado"......y en realidad así es.
La carta se puede comenzar con unos entrantes a la altura del puerro relleno con frutos del mar y crema de marisco, o un foie escabechado con frutas confitadas (algo delicioso para el paladar), o bien un sugerente revuelto de marea negra con chipirones y bacalao, que realmente te transporta a la costa.
Transcurrimos la velada entre copa y copa de vino, siempre bien, correcto, nada más, cabe destacar el vino "de la casa", un "chollo" que rara vez encontramos.
Entre copa y copa, la sensacion de familiaridad nos va embriagando y nos sentimos como si estuvieramos solos en el restaurante, como si todo fuera nuestro y no hubiera mas, elegimos entonces el segundo, una merluza exquisita en la coccion con la tipica, pero no desmerecedora salsa verde, o un majestuoso, rape empiñonado a la castellana.....bocato di cardinale, por no olvidar el chuleton de ternera de aliste, hecha en la brasa, con sabor a puro campo, y sus setas confitadas de guarnicion, una delicia en boca.
Los postres muy correctos, con una panna cota muy lograda, o su innovador huevos fritos con patatas(aunque suene asi, teneis que probarlo y que os explique en realidad lo que es si no conseguis descubrirlo), ponen un buen colofon a la cena.
Ambiente.......7/10
Cocina..........8/10
Servicio......8/10
Bodega......7/10
Producto...9/10
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